El selenio es un mineral indispensable para el buen funcionamiento de nuestro
organismo. Lo obtenemos a través de la alimentación y ejerce diversas funciones
biológicas, principalmente antioxidantes. También actúa en el sistema tiroideo e
interviene en el metabolismo de los lípidos.
El consumo de cantidades adecuadas de este micronutriente se ha relacionado,
entre otras cosas, con la reproducción y la protección frente a las infecciones y
el cáncer, aunque todavía no hay evidencias científicas suficientes que respalden
la existencia de un efecto anti-cáncer.
La cantidad diaria recomendada por la Federación Europea de Asociaciones de
Dietistas (EFAD) es de entre 50 y 60 microgramos provenientes de la alimentación,
tanto para hombres como para mujeres mayores de edad. “En menores de edad varían
las concentraciones recomendadas según la etapa de crecimiento y en mujeres
embarazadas o en periodo de lactancia pueden verse incrementadas también”,
precisa Rafael Birlanga, miembro de la Junta Directiva del Colegio Oficial de
Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (Codinucova).
No hay ningún alimento concreto o grupo que destaque especialmente por su
contenido en selenio, pero se pueden mencionar los siguientes productos en los
que tiene mayor presencia:
• Cereales integrales. • Pescado y marisco.
• Carnes. • Algunos tipos de verduras (cebolla, espárragos).
• Semillas como las pipas de girasol. • Frutos secos como la nuez de brasil.